En las clases de surf los instructores juegan un papel fundamental para acompañar en todo momento en la aventura de coger olas y surfearlas. Determinamos qué volumen de tabla es el más indicado para cada sesión. Acomodamos al alumno con fijaciones en los tobillos para mantener las piernas juntas en todo momento, y si es necesario, usamos las útiles pecheras para que pueda mantener cabeza y cuello levantados y separados de la tabla.
Aparte de las técnicas propias de esta modalidad, el alumno reconoce si hay corrientes, tamaño y fuerza del oleaje y los posicionamientos en el agua para orientarse en la rompiente. Además, si hay olas siempre es una buena ocasión para compartir experiencias con otros surfistas, ya que nunca fallan a la cita si hay buenas condiciones en el mar.